Busca el tema que más te guste!

miércoles, 1 de mayo de 2013

*EL LIBRO* CAPÍTULO 6 -Carlos Atienza Cuenca-


CAPÍTULO 6

La puerta de ladrillos terminó de desmontarse y ahí estaban. Dos personas, de aspecto parecido y misma altura. Misma sonrisa en sus caras y mismo aire de felicidad y humildad. Gonzalo tenía la sospecha de que eran muy buenas personas, la habitación parecía más alegre con su llegada.

“Chico, te presento a Daniel y Tomás, en breves te mostrarán sus habilidades”, dijo Isaac. “Seguro que te impresiona el nivel que han llegado a alcanzar, no es para menos habiendo recibido clases desde que eran dos mocosos”.

En ese momento Daniel dio dos pasos al frente para acercarse a nuestro protagonista y dijo con tono burlesco, “Gonzalo, ¿por qué no paras un poco de pensar en Miri y me dejas ver lo que hay en tu mente?” Y rió mirando a Miranda, que sonreía mientras nuestro chico se ponía rojo como un tomate. “¡Te he dicho mil veces que si quieres abreviar mi nombre me llames Mir!”, exclamó ella.

Tras esta broma el chico sin decir palabra se limitó a dejar la mente en blanco como Daniel le había pedido. Entonces empezó a leerle la mente, era un telépata, o como le llaman ellos, lector. La telepatía era un arte muy útil, Gonzalo no podía esperar a llegar a aprenderlo. Daniel estaba acabando pero entonces nuestro chico se dio cuenta de que había mentido y por tanto él podría saberlo. Cuando Daniel se dio cuenta de que no paraba de pensar en “no les digas que he mentido, por favor te lo pido” contactó con su mente diciéndole, “¿a qué viene esto, piensas que puedes burlarte de nosotros?”, Gonzalo pensó fuerte, “lo siento, de verdad, pero sea lo que sea para lo que me necesitéis, quiero ayudar y quiero aprender de vuestros poderes, por favor, quién sabe qué podrían hacerme si descubren que miento, por favor…”.

Tras las súplicas de nuestro héroe Daniel decidió “dejarle la cabeza tranquila” y le susurró esta vez al oído, “no sabes en qué lío te has metido…”. Al oír eso, el chico tragó saliva e imaginó lo peor. Sus imaginaciones fueron interrumpidas por las palabras de Isaac, “bueno Tomás no te quedes quieto, muéstrale al chico de qué estás hecho”.

Tomás dio esta vez un paso atrás, esto extrañó al protagonista, ¿qué dominaría él?, ¿qué clase de poder mental tendría el placer de contemplar? Gonzalo estaba impaciente. Había encontrado un grupo de personas que rompían con su rutina. Personas sobrenaturales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario