SONRISAS -Carlos Atienza Cuenca-

Sonrisas

Una mirada, un beso, una palabra,
incluso una letra a veces es magia, abra cadabra.
Porque sonreír es mágico, sencillo y básico,
y si sonríe quién amas es algo fantástico.

Una piedra se convierte en tesoro de oro y bronce,
y dos ramas hacen la cueva en la que el dragón se esconde.
Hablo de la risa de un niño guiado por su imaginación,
hablo de sus ganas de jugar en su habitación,
sus carcajadas son la mejor canción y son
causadas por lo mas mínimo, ellos tienen un don.

Una mirada, un beso, una palabra,
incluso una letra a veces es magia, abra cadabra.
Porque sonreír es mágico, sencillo y básico,
y si sonríe quién amas es algo fantástico.

Una mujer que se enamora y un buen día
se da cuenta de que el hombre siempre intenta que se ría.
Ella claro, sonríe, pero no entendió el significado,
si ese hombre la quiere hacer feliz es porque está enamorado.

Al mismo tiempo ese hombre cuya prioridad es la mujer
se siente feliz solo por sentir, solo por ver,
que su sonrisa asoma y  aunque no sabe por qué
el solo echo de que ella sonría le hace sentir bien.

Una mirada, un beso, una palabra,
incluso una letra a veces es magia, abra cadabra.
Porque sonreír es mágico, sencillo y básico,
y si sonríe quién amas es algo fantástico.

Una persona cuyos ojos han visto más que ningunos,
que fue joven y ahora aguanta la vejez con orgullo.
Veterana en el amor, en la vida y lo que conlleva
y que sonríe y por mayor que sea todavía juega.
Que aunque su físico no lo permita, salta por dentro,
persona cuya mente es creadora de los mejores inventos.
Que de joven quiso cambiar el mundo, y sigue en el intento,
persona cuyos sentimientos siempre te harán sentir contento.

Una mirada, un beso, una palabra,
incluso una letra a veces es magia, abra cadabra.
Porque sonreír es mágico, sencillo y básico,
y si sonríe quién amas es algo fantástico.

Y yo quiero que sonrías tú, sí tú, no mires atrás,
tu sonrisa es aquello que me ayuda a avanzar,
que siempre voy corto de tiempo pero puedo afirmar,
que siempre tendré tiempo para tú felicidad.

Carlos Atienza Cuenca