Batalla contra mis miedos
Temo acostarme, despertar y que no halla nada,
no acordarme de nadie, tener mi vida olvidada.
Temo levantarme de la cama y dejar mis recuerdos pegados a la almohada.
Odio a mis temores pero les tengo respeto,
temo que mi vida deje de ser un reto.
Dicen que enfrentarse a los miedos es de valientes,
llámame cobarde a la espalda y no me calientes.
Inventes la excusa que inventes y por mucho que lo intentes y te enfrentes no eres más inteligente.
Mi miedo es respecto a la vida, su final y su principio
y mi mayor logro, no tirarme de un precipicio.
En esta vida solo existe un beneficio
y a ese beneficio lo suelen llamar vicio.
Mi mente es experta en sacarme de quicio,
siempre que pienso en esto rápido la pifio.
La vida acaba y hay mil formas de morir,
la peor de ellas, darte cuenta de que nunca empezaste a vivir.
La vida es dura pero la hay que sufrir,
yo no la vivo por mí más bien la vivo por ti.
Mucha gente se quita la vida como medio de salida,
esa gente se llama suicida y la muerte es su gran amiga.
Otros prefieren buscar la tierra prometida.
Hay quien se olvida mirando a las estrellas de allí arriba.
Yo solo sé que como todos no sé nada,
nacimos indefensos y tuve que fabricar mi espada.
Ahora las armas están en las manos de cada,
de cada uno que quiera sobrevivir a la batalla.
La playa será mi campo de juego,
el aire mi aliado y mi corazón puro fuego.
La lucha será épica, yo contra mis miedos.
Verás abrirse el suelo, dará comienzo el duelo.
La vida acaba y hay mil formas de morir,
la peor de ellas, darte cuenta de que nunca empezaste a vivir.
La vida es dura pero la hay que sufrir,
yo no la vivo por mí más bien la vivo por ti.
Corto cada ataque de mis temores con arte,
mi pluma y lo que escribo consiguen tranquilizarme.
Y ayudarme a centrarme a luchar hasta derramar mi última gota de sangre.
¡No me volverán a encerrar, no podrán pararme!
Carlos Atienza Cuenca
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