Sueños reprimidos
Mi vida siempre fue engañarme a mí mismo,
mentirme, dar dos pasos y seguir en un abismo.
Mi vida fue un cuento y lo sigue siendo,
siempre quise mil cosas, nunca hice el intento.
Lo lamento, y grito fuerte, me quedo sin voz
por un sueño latente que quiso un día ver el sol.
Yo quise y quiero llegar alto, dar un salto
y hacer magia, cantando, desde mi cuarto.
Un sueño no se cumple por casualidad,
debe existir esfuerzo y ganas de más.
Debo de entender que para vencer
mil veces he de intentarlo y el doble caer.
Mi sueño intento, sin pausa y lento,
creyendo que habrá un obstáculo y habrá cientos.
Sensaciones escribo, historias invento
y duermo poco porque de noche muestro algo de talento.
Carlos Atienza Cuenca
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